El mundo entero es música, si sales a la calle cualquier día del año a cualquier hora lo comprobarás. Se podría incluso decir que vivimos en una eterna canción. Todas las cosas encierran en sí mismas su propia melodía que es perceptible para aquellas personas que se paran a escuchar.
Pili y Jose son de esas personas, la música para ellos es vida y no habría vida posible sin música. Son personas con el alma llena de melodías que no dudan en cantar a los cuatro vientos. Por eso el día de su boda no les quedó más remedio que ser tremendamente felices haciendo lo que mejor saben hacer, danzar al mismo compás.
Y nosotros no tuvimos más remedio que ser tremendamente felices capturando esos momentos, que a día de hoy, como una buena canción, nos sigue poniendo los vellos de punta.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR
No hay comentarios